10 oct 2010

Scent

Y yo deseo ser la dueña del perfume de tu ser. Tener a mi disposición un incienso con tu esencia. Ahogarme en el humo puro de tu olor. Cometer un pecado pensando en tu figura, en tu aroma, en tu voz, en ti.

Deseo ser la dueña de la cobija con la textura de tu piel, de poder tocarla mientras en la noche la soledad y el desespero me intoxique. Tener de música de fondo el sonido de tus gemidos de aquella noche fría y gris, donde nuestros suspiros, nuestros cuerpos desnudos y las miradas, fueron los protagonistas.

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