21 mar 2009

Cenizas

Ojalá tuviera la oportunidad de retroceder 3 meses. En esos días cuando tú estabas presente en el mundo, donde aún eras un ser tangible y visible.

Si tan sólo pudiera decirte lo mucho que te amo, lo mucho que te amaba cuando estabas a mi lado. Que la forma en que te miraba, no era la misma mirada con la que veía a las demás personas.

Aún recuerdo tu olor, tu forma de expresarte, las veces en que me hacías reír, llorar, pensar. Tu voz es como una grabación interminable en mi cabeza. Los momentos que pasé contigo se reproducen en mi cabeza y hace repeticiones en las partes más hermosas y únicas que viví contigo.

Está bien, todo era perfecto contigo. No, no tuve la oportunidad de decírtelo en vida. Pero aquí sigo, habrá el momento para decírtelo. No sé, tal vez en otra vida, en el más allá.

Una cosa te pido, si aún me observas, escúchame como lo solías hacer. Abrázame como jamás lo hiciste. Acompáñame en los momentos difíciles. Espérame, por favor. Que si te fuiste, fue por algo. Yo te veré, algún día, me haré polvo y seré parte de ti otra vez. Donde no haya nada que me haga dudar o temer.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

a veces es bueno morir en el recuerdo

Saiuri dijo...

Al paso de los años, ya no eres nadie. Ni siquiera un recuerdo vago.

Anónimo dijo...

Así quieras negarlo el pasado siempre estará ahí, y en el momento en el que estes más vulnerable sandrán a flote los recuerdos.

Saiuri dijo...

Los recuerdos son traicioneros. Qué bueno que tengo tan mala memoria y lo que no es importante, se olvida. Es fácil, si lo intentas.

Saiuri dijo...

En todo caso, ¿quién es Forevah para dirigirse a mi de esa manera?

¿Acaso no debo saber?

Anónimo dijo...

Es inútil, solo soy un ojo más que te lee

Saiuri dijo...

Bien, entonces gracias.