15 jun 2008

¡Felicidades papá!

Hoy comienzo este pequeño escrito no para mi tristeza o para la soledad que siento. No empezaré poniéndome melancólica hablando de mí. Hoy he encontrado la manera exacta para decirte a ti, papá, todo lo que eres y significas para mi.

Desde muy pequeña, tu has demostrado tu cariño y amor hacia mi persona, tus regaños que me han dado entender lo que esta bien y lo que esta mal. Tus risas siguen presentes en cada recuerdo tuyo que nace en mi mente. Claro, como olvidar tus palabras; palabras tan sabias, tan llenas de conocimiento y experiencia. Esas palabras que me han enseñado infinidades de cosas.

Sabes papá, ahora que me pongo a regresar un poco el tiempo, se me vino a la mente esas veces que en la casa de mi abuelita se hacían reuniones familiares y pues, tu sabes que mi mamá siempre estaba un poco ocupada trabajando en la oficina, y tu como todo un buen papá, tiernamente me peinabas y me vestías, ¿lo recuerdas? La verdad, es que no creo que otro papá hiciera eso por su hija.

Tu, el papá trabajador. El papá que hace de todo, no solo para ti, sino también para nosotros, tu familia. Naturalmente eres un ser tan caballeroso, noble y comprensible. Tu mirada tan profunda, tienes en ti la expresión perfecta para darnos a entender todo lo que no puedes decir. Ese papá que se preocupa por mí.

Aún puedo escuchar: "Te protejo, me proteges", tal como si fuese una canción inconclusa en mi cabeza. Con la hermosa melodía que reproduzco en mi cabeza, solo escuchando el dulce sonido de tu inigualable voz.

De aquí hasta el infinito, mi cariño te obsequio. Toda mi felicidad, todas mis esperanzas y anhelos, todas mis ilusiones crecen por ti. Todos mis llantos, toda mi ira y enojos, mi amargura mueren sabiendo que estas tu a mi lado. Puedo estar casi segura, que tu apoyo siempre me darás.

Tú eres el papá perfecto, que ama y admira la belleza que vive en mi mamá. Que la ves como un ángel caído del cielo. La respetas y la tratas como si fuese una delicada flor de primavera. Créeme que así como tú nos cuidas, nosotros te cuidamos y estamos pendientes de ti todo el tiempo. Siempre amaré el modo en que manifiestas tu confianza. Esa confianza que tengo hacia ti, algo que jamás morirá.

Nunca podrá existir en este mundo; no, no, en este inmenso universo, un hombre como tú. Un hombre al yo llamo amorosamente: Papá.

No hay comentarios: