10 may 2008

Eres única

Dime madre mía, ¡cómo no quererte!,
Si eres la razón de mi existencia,
Que tus sabios consejos me diste,
Ahora los llevo siempre en mi conciencia.

Tú que en las noches me arrullaste,
Con tu dulzura y amor me embriagaste,
Has sido la luz que me guía en la oscuridad,
Contigo sé que nunca sabré de soledad.

Madre mía, con tus besos borras toda pena,
Con tu amor infinito creas en mí esa paz,
Mis miedos y temores ya no existirán jamás,
Gracias a ti, ningún dolor me envenena.

¡Cuánta alegría es tenerte a mi lado!,
Contigo mis días están llenos de vida y amor,
Quiero que sepas que te amo con todo,
Eres la única madre que puede desaparecer mi dolor.

Con tus regaños me ayudaste a comprender,
Todas esas cosas buenas que necesito saber,
Y hoy, madre mía, te agradezco de corazón,
Porque me has obsequiado toda tu comprensión.

Madre como tú, no puede haber más,
Te confieso: soy la hija más afortunada,
Porque tengo a la madre más hermosa y linda,
Tu belleza y ternura serán eternas.

Tampoco olvidaré ese perfume que llevas,
Ese aroma que a un mundo de paz me conducía,
Ese perfume que me dejabas cuando te ibas,
La dosis perfecta para pensarte todo el día.

Con tu sonrisa llenas en mí cada vacío,
Esa mirada tan expresiva que tienes,
En tus abrazos no volveré a tener frío,
Esa piel tan suave como la seda que tienes.

Sencillamente eres la madre soñada,
Todo mi amor solo para ti, mamá querida,
De aquí a la luna siempre te he amado.
Eres un ángel que la vida me ha regalado.

¡FELICIDADES MAMÁ!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué lindo.


Saludos.