19 ene 2008

Manzana podrida

¡Oh, cariño! Al fin tu carne podrida está,
Y ahora la putrefacción quedará en ti,
La esencia embriagante que de ti salía,
Se convirtió en un hedor tan repugnante,
¡No vivas! ¡No vuelvas a nacer! ¡Ahí quédate!
Que verte muerto me hace sentir placer,
Observar como tu piel toma un color asqueroso,
Sinceramente, me hace sonreír y emocionarme,
¡Oh sí! Que los gusanos se alimenten, tienen hambre,
¡Vaya! ¡Me sorprende que seas tan bueno con los gusanos!
Tu vida terminó, tu brillo se apagó, tu color cambió.
Tu cuerpo que por siempre vapores fétidos desprenderá.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero q pedazo de relato, como cuando llegue aqui; sereno, con rodeos pero solo por si quedaran dudas, sincero, pero lo mejor sin duda es q es viejo.

Ta siempre...

PD: No se porq esta sensacion de q me he quedado corto.