Ayer te soñé

Te soñé, con aquella sonrisa con la que siempre me recibías. Con esa mirada linda que me estremecía. Sí, te pude abrazar y te pude sentir entre mis brazos por primera vez. Tu respiración cerca de mi cuello y tus labios cerca de los míos. No sabía que pensar ni decir, era el momento perfecto, no hacía falta decirte algo, ni pensar. Sólo cerré mis ojos y disfruté ese momento. Sentía como el calor de tu cuerpo se mezclaba con el mío. Dos cuerpos, un deseo, una fantasía. No podía evitar mi sonrisa, esa que no sabes cómo desvanecerla.
Una vez más, el sol salió, los pájaros comenzaron a cantar sobre mi ventana. Al abrir mis ojos, tu cuerpo ya se había ido, tu perfume, tu calor, mi deseo. Ahora, sentada sobre esta silla, recuerdo aquel momento en el que deseé que jamás se terminara. Un sueño eres, un sueño serás. Debo tener en cuenta que, jamás te tendré.